lunes, 25 de febrero de 2013

Maremágnum administrativo (3ª parte)



Limites limitadores, provinciales, comarcales, barreras burocráticas que obstaculizan el posible desarrollo.
¿Hacia dónde vamos hoy? Según... ¿médico..? Colegio...? Papeles...? a trabajar y visitar convecinos...? ¿Hacia dónde vamos hoy? Según... ¿Médico...? Colegio...? Papeles...? 

Mientras Sebastián e Ildefonso tratan de solventar sus asuntos de papeles por las carreteras; en otro de los pueblos vecinos, Loscos, que es un poco más grande y hay jóvenes en edad de estudiar la ESO y primaria, -lo que pasa que como son pocos, no es RENTABLE tener un colegio/escuela para ellos- , pues debido a su edad y obligaciones con la sociedad, tiene que ir al colegio/instituto. Cada mañana, deben de tomar otro rumbo bien diferente, también hacia Zaragoza, aunque en este caso hasta Belchite, que es el centro de secundaria de referencia para ese pueblo. En este caso las carreteras son algo más decentes, sin llegar a los mínimos que debería. Según días, pueden tomar el bus de línea que les dejará en Belchite, pero los demás días tienen que  usar el coche particular para desplazarse. 

En apenas cuatro kilómetros dejamos atrás los carteles de 'provincia de Teruel' y comarca del ‘Jiloca’ para a los pocos metros ver los que dicen 'provincia de Zaragoza' y ‘Campo de Belchite’. ¡Hay que ver, en unos pocos metros como le cambia la vida a unos y a otros!. 
El primer pueblo es Plenas, también  acongojado por las mismas penurias que los vecinos turolenses. Después Moyuela, y más adelante, Azuara y Letux, donde la carretera recobra la imagen de toda la vida. Algo todavía increíble. Otra curiosidad administrativa, es que pasamos por Azuara, que también tiene Centro de Salud aunque con otras dependencias; pero recordemos que nuestros chicos se dirigen al instituto, que al médico ya sabemos que hay que ir a Herrera, por la otra carretera.


En este pueblo, Loscos, también hay bar y una pequeña tienda que sirve al pueblo y cada poco vienen los camiones a servirles y reponer alimentos. Unas veces llegan por el este, desde Montalbán y Utrillas. Otras por el noreste, de Muniesa. Otras desde el oeste, de Daroca o Calamocha. O incluso de Herrera y el Villar. Son cuatro de los puntos más fuertes y cercanos que existen. Unas veces son ambulantes y otras son comerciales que siguen su ruta prestablecida. 


También hay un PIT, que llaman, que hace las veces de Punto de Información Turística de esta zona norte de la comarca del Jiloca, aunque solo funciona los meses de buen tiempo. Allí hay información de los pueblos de la sierra y cómo está al lado de la tienda, puedes surtirte también de viandas para el camino, que hay que visitar muchas cosas por las cercanías.


En el bar, no es que haya mucha gente de continuo, pero siempre hay alguien, o del pueblo o de paso, que como dan de comer, es parada obligada para los viajantes y trabajadores que van ambulantes por los pueblos. 

Un bar, como este, debería ser considerado más como un servicio, que como un negocio, porque es el lugar donde todo el mundo encuentra refugio y ayuda, y lo que haga falta cuando vas ambulante, que más de una vez se han quedado alguno colgado, por averías y demás historias y aquí han encontrado el apoyo de todo tipo. Hasta cama, que también disponen de habitaciones y estancias para fijos Menos mal que existen lugares así.

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