jueves, 2 de mayo de 2013

De motes, apodos, apelativos. Rafael Andolz

COMO NOS VEMOS EN LA SIERRAS

Mucho se habla del PATRIMONIO INMATERIAL y en este blog tenemos una muestra. De su situación. De su importancia. De sus significados, etc. Ha habido bastantes autores aragoneses que han tratado el asunto desde varias perspectivas.

Quizá uno de los menos tenidos en cuenta y que más haya trabajado el terreno es RAFAEL ANDOLZ CANELA.
Fue un lexicógrafo, escritor y etnólogo aragonés. Un estudioso incesante, un ciudadano generoso y entregado a numerosas misiones de la cultura popular. Fue miembro del Instituto Aragonés de Antropología, del Instituto de Estudios Altoaragoneses, y fundador del Consello d'a Fabla Aragonesa.
Nació en 1926 en Jaca y murió en 1998, en Huesca, dejándonos como legado una vasta obra de incalculable valor etnológico y filológico dedicada por entero a Aragón que algún día se le dará la importancia debida.
Mosén de profesión, fue autor de una veintena de libros, y de numerosos artículos en revistas y periódicos, sobre leyendas, creencias y costumbres populares, personajes, anécdotas, motes, etc. 


Entre los que destacamos para este blog:
Diccionario Aragonés: aragonés-castellano, castellano-aragonés (1977).
Así somos, así fuimos: la pequeña historia del Alto Aragón (1998)
Fanlo (1996) trató de reflejar el abandono de la cultura autóctona en el lenguaje.
Refranes, dichos, frases hechas y expresiones en aragonés y en catalán de Aragón (1987).

Quien mejor le describe, puede que sea Enrique Satué, que en el número 110 de la Revista Serrablo de Diciembre 1998 (www.serrablo.org), se le hizo un homenaje póstumo.

“…Desde fuera, se puede decir que Rafael ha tenido una vida plena, y que ha iluminado y guiado, en gran medida, la de otras muchas personas.
Sacerdote, de formación jesuítica, poliglota, humanista, antropólogo, investigador, dinamizador de grupos juveniles y enseñante, disfrutaba de un sesgo personal inconfundible, cálido, próximo y entrañable.
Rafael rompía moldes, y allí estaba su genialidad. Estando capacitado para escribir en lenguaje academicista y, formalmente, universitario, hacia lo que no todo el mundo sabe hacer: contar cosas profundas de manera sencilla y encontrar los grandes principios filosóficos en las almas más sencillas y humildes aunque, no por eso, menos ricas….
…Pero allí queda todo lo suyo, para leer y releer, queda en los colegios, en los institutos, en las asociaciones, en las semanas culturales -a las que sólo, en caso extremo, faltó-, en las bibliotecas más humildes, incluidas en las de la gente que nunca compra libros, pero que con Rafael se echó a leer…”


Aquí vamos a reflejar algo de MÁS HUMOR ARAGONÉS. (Mira editores. 1996). Donde recorre toda la geografía aragonesa, pueblo a pueblo y nos describe sus apodos, sus dichos, sus bromas servidas por los lugares vecinos, etc. Hay aquí suficiente material para estudiar nuestro humor: la sorna y la "somarda" limpia y sana, sin segundas intenciones. Un documento inigualable.
De antiguo viene la costumbre de poner apodos o motes a nuestros convecinos. Entonces era muy probable que si preguntabas por una persona por su nombre y apellidos no lo conocieran; en cambio sí lo hacías preguntando por su mote en seguida te daban razón de él.

Esta costumbre también se extiende e incluye regiones y pueblos enteros, donde prima la rivalidad entre los próximos, para dejar claro que el nuestro es más guapo, más grande y mejor que el vecino. Normalmente el pequeño incordia a su rival superior. El grande desprecia al pequeño ante el que se siente capital y este mismo sentimiento es casi cruel hacia el pueblo de cuatro casas. De todas formas no es malquerencia porque en el fondo no nos alegramos del mal ajeno, sino que trivializamos hasta lo más serio. No deberíamos sentir enfado ante apodos negativos o peyorativos, porque en el fondo es una costumbre entrañable y que desgraciadamente va en declive como muchas otras a la vez que nuestros pueblos, que poco a poco van perdiendo el rancio sabor, las costumbres y los valores más tradicionales de la cultura de Aragón”
 
Antiguas sesmas de la comunidad de aldeas de Daroca.

Solo se citan algunos de los pueblos turolenses de estas SIERRAS ya que el libro trata la mayoría de los pueblos de Aragón. No hemos encontrado nada en el libro de Mezquita ni de Piedrahita. De todas formas, recomendamos su lectura para comprobar la riqueza e ingenio “poético” de los aragoneses:

ALLUEVA
Allova, con menos de una docena de habitantes, aguanta. Porque son valientes. De apodo tienen tropiezos, pero lo cierto es que no caen.

Oí cantar esta letrilla:
En Allueva los tropiezos
Bachanos los de Muniesa
los del pulso en Salcedillo
pulserudos los de Blesa.


ANADÓN
¡Con lo fácil que hubiera sido ponerles el bonito mote de “ánades”! Pues no señor, los han de llamar rocinos.

No recuerdo de donde tomé estos versos, malísimos por otra parte:

En rocinos cabalgando subamos a Anadón
que nada de caballeros andantes
entienden la gente de este rincón
ni de Quijotes sobre Rocinantes.

Y como hay muy poquicos habitantes en Anadón, les suelen decir:

Campanas las de Anadón
quien las toca suyas son

Porque en efecto, casi no hay quien taña, sino el dueño.


BADENAS
Junto al río Cámaras. Los badenasinos son pocos pero finos. Perdón me ha salido así, no es que sea un dicho, es que a uno se le pega el estilo. No tuvieron ningún inconveniente en decirme que les llamaban enculaus. Y es de creer al ver la geografía que les tocó en suerte. Pero la verdad es que son encantadores. Cuando les pedí algún dicho me dijeron:

            -Chica, ¿ande vas?
            -Chica, al Carñaqueño
            -Chica, espérame
            -Chica, no quiero.


BEA
En la sierra de Oriche tienen los beanos su pueblo, que se va amortando poco a poco. Visitad la iglesia. Yo creo que están ahí todos los santos de la corte celestial. Pensaba yo que su apodo procedía del nombre del pueblo, pero luego me quede con más dudas. Les dicen beatos.
           
En Godos son repullidos
en Nueros son picarazos
en Fonfría son culeros
y en Bea son los beatos.


CUCALÓN
En el Campo Romanos. Considerando que acaba en -ón, ya sobra decir más cosas: “...no sé qué de ladrón”. Bueno lo pongo entero y que me perdonen los cucaloneros: pero pueden observar que eso lo dicen de todos los pueblos que llevan esa rima:

            Cucalón, en cada casa un ladrón,
            y en la del alcalde
            dos: el hijo y el padre.
            Y en la del alguacil
            hasta el candil.

Yo me quedo con lo que ellos dicen, aunque sea exagerar una miajica:

            Más vale Cucalón
            que todo Aragón

Otro dicho cogido al vuelo:

            Villahermosa, la piejosa,
            Cucalón el botejón

Encabeza además un rosario de dichos que copio para el lector:

            En Cucalón el barranco
            en Lanzuela, la cazuela
            en Fombuena formigueses
            que crebantan los cabezos.
            En Luesma las buenas chicas
            que salen a los caminos
            a visitar los arrieros.
            En Vistabella las cabras
            en aladren el tocino
            que gruñe después de muerto.


FERRERUELA DE HUERVA
Junto a la Sierra de Cucalón. Pueblo de buena agua y buen jamón. Y de gente muy agradable. Me quedo con el aspecto cariñoso que implica su apodo, ya que los llaman chatos, pero también los incordian:

Ferreruela tiene tren
pero no tiene tranvía.

Ni falta que nos hace, pensarán ellos. Ved Lagueruela y Fonfría.


FONFRÍA
Hace honor a su nombre porque tiene un invierno larguísimo y helador. A las gentes de alrededor les dio por conceder a los fonfrianos el apodo de culeros, que ya supone mala uva. Así somos en nuestra tierra.

            En Fonfría son culeros
            y chatos en Ferreruela,
            en Fombuena son pedorros
            puntuales en Lagueruela.


LAGUERUELA
A orillas del Huerva. ¿Conque motivo quedó para siempre como sentencia: “Hacer tarde como los de Lagueruela”? Una retahíla turolense hace referencia a su castillo.

            De Lagueruela el castillo
            que se ve desde muy lejos.
            Ferreruela muchos cábrios
            para hacer pajares nuevos.
            Y en Lechón, con ser Lechón
            con su carretera en medio
            con humo de las miñagas
            inciensan a San Lorenzo


LANZUELA
Sierra de Cucalón, rozando la provincia de Zaragoza. Se ha ido vaciando, poco más de medio centenar de lanzuelanos quedan en su pueblo. “el pueblo de la media copa” como los llaman los del entorno. Y sus gentes, con muchos motes, inofensivos por otra parte, lo que sugiere su popularidad: embotonaus, gaiteros y jinetes.

Véase Cucalón.

LOSCOS
Los arqueólogos os dirían muchas cosas. Yo me tengo que limitar a lo mío y deciros que los losquinos son conocidos vulgarmente como garrosos; recalco vulgar, porque encuentro de mal gusto poner apodos que no corresponden a ninguna realidad. Tal vez sea hasta anticonstitucional. Pero así es la gente.

            Los de Loscos son garrosos
            los de Monforte patudos
            y te vuelves a Badenas
            y ninguno tiene culo.


MONFORTE DE MOYUELA
Pequeño y salado. No hay derecho que llamen a los monfortinos con dos horribles motes que recojo, pero que no comparto y mucho menos después de conocerlos: patudos y colilleros.


NOGUERAS
Tocando la provincia de Zaragoza, a orillas del rio Cámaras. También en Nogueras, como en otros pueblos aragoneses, son astutos y llevan el remoquete de zorros


RUDILLA
En el puerto de su nombre. Casi vacío. Por si acaso se vacía del todo, lo que sería una desgracia, quiero que queden aquí estos dos datos: que su gentilicio es rudillanos y su apodo trapos viejos.


SANTA CRUZ DE NOGUERAS
Con poquica gente pero muy amable y con ganas de conversación. Con ellos te enteras de que los llaman gachones, porque antiguamente comían muchas gachas. Aunque no solamente esto, como dice la copla:

            En Santa Cruz de Nogueras
            nunca falta de comer
            ni escalabojos ni moras
            ni buena agua pa beber.


VILLAHERMOSA DEL CAMPO
Cumple a medias con su nombre porque no es villa, pero sí hermosa.

            Villahermosa la piejosa
            cogen trigo pa vender
            en Romanos con dos manos
            no se pueden mantener

A Villahermosa la llaman pues la piejosa y a los villahermosanos los apodan corbatos, quizás porque son apuestos y un tantico presumidillos.
Pero se meten con su pueblo:

            Villahermosa la piejosa
            pueblo de trementina,
            los piojos por el rastrojo,
            las pulgas por las gavillas.
Imagen antigua de Piedrahita.