PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL E INMATERIAL. DESTRUCCIÓN Y SALVAGUARDA



Nuestro Patrimonio refleja nuestros hábitos y nuestras costumbres. Nos dice qué y cómo somos. Nos identifica y nos pone en relación con otras prácticas y expresiones culturales del mundo.

Se considera Patrimonio Cultural Inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.


EL PATRIMONIO CULTURAL. Material e Inmaterial. Tangible e intangible. 

Esa definición que describe uno de los aspectos sociales más importantes de la humanidad, es un tema que en algunos ámbitos ha estado muy manido y sin embargo bastante olvidado desde la administración. También es objeto de muchos foros, congresos, jornadas, etc., donde expertos de toda índole opinan y debaten sobre el asunto. Sobre su importancia dentro de los valores del grupo. Su valor identitario. Y también sobre cómo protegerlo y salvaguardarlo. Se diseñan planes, se trazan líneas de trabajo, se elaboran libros blancos y rojos, etc. Todo ello -como casi siempre que tocamos el mundo rural-, desde bufetes bien lejanos de los lugares donde tienen su aposento y con mucha teoría ilustrativa, pero con pocas experiencias y escasa realidad. Y no es que no estemos de acuerdo con todo este fundamento teórico de la cosa y de que se investigue y debata sobre ello. Al contrario. Pero casi siempre se nos olvida lo principal. Los protagonistas. Quienes lo hacen posible y lo mantienen. Y el teatro de operaciones o espacio físico donde tiene lugar. 
Matacía popular, en Monforte

Este mundo rural que hemos conocido hasta hace bien poco, y que agoniza lentamente, es el 'contenedor' de más del 80% de este patrimonio y que cada día ve como desaparecen cientos de muestras, de uno y otro tipo. Una riqueza que estamos abandonando por la dejadez e inacción de todos los agentes comprendidos en su gestión y mantenimiento, tanto oficiales como particulares. Aunque la verdadera responsabilidad recae sobre toda la sociedad, que no sabe o no quiere arbitrar medidas para paliar estas pérdidas.

Desde los últimos 50 años, con el abandono masivo del mundo rural, se ha alterado, perdido o destruido más patrimonio cultural que en todos los tiempos anteriores. Y todo ello a pesar de todos los medios técnicos y de la teórica sensibilidad que actualmente se pregonan acerca de este patrimonio y que tan bien quedan en la boca de todos, mas a la hora de la verdad, apenas se traduce en casi ninguna actitud clara, precisa y contundente por parte de nadie. Solo estética. Y si a veces se lleva a cabo alguna 'acción' ejemplar o de gran calado, es más por el qué dirán, por la imagen o por quedar bien de tal o cual político o empresa multinacional de turno y su ‘sensibilidad’ con el medio, que realmente por ese cuidado o esa implicación real y continua que se debería tener con dicho patrimonio.

CULTURA POPULAR.
También estos términos llevan aparejado un cierto lastre, cuasi peyorativo, que en los últimos tiempos solo ha servido para disfrazar cualquier actividad o 'acto popular' masivo y mediático y convertirlo en seña de identidad totalmente artificiosa. Sin embargo aquellos otros con raigambre y realmente insertos en la vida cotidiana de los pueblos y las personas, esos, decimos, han desaparecido o en el mejor de los casos han sufrido adaptaciones de tal calado que ya son irreconocibles.

Baile de San Roque, en Ferreruela de Huerva

Porque tampoco es que seamos conservacionistas a ultranza de casi nada y bien sabemos que todo sufre las alteraciones y adaptaciones al medio y modo de vida. Pero siempre que estas surjan de los protagonistas son las que se deben tener en cuenta. Porque los protagonistas -personas y medio- son sus verdaderos dueños y solo por y para ellos tiene verdadero significado, está impreso en su ciclo vital. Eso es realmente lo popular.

Y si se puede hablar realmente de una cultura popular con acervo, esa es la que pueda existir en los miles de pequeños pueblos desparramados por toda la geografía. Costumbres y tradiciones que muchas veces ya no pueden mantenerse por la escasez de personal. Que se perderán por falta de transmisión intergeneracional. De juventud. Los actores principales, normalmente gente joven, cada vez va quedando menos. Y la que queda, al ser minoritaria, apenas si muestra el suficiente interés por seguir tal o cual tradición. Unas veces por apatía. Otras porque lo ven desfasado. Y muchas otras mas. Asi son las personas mayores, que aún quedan, las que deben “asumir” esas funciones una y otra vez, hasta que tampoco les quedan fuerzas. Por ello también sería bueno llegar a darle la importancia y el valor que tienen y así concienciar a todos, sobre todo a los más jóvenes, de la importancia de su preservación, con campañas, ayudas, fomento y participación, etc.

Chopo de Piedrahita

Está demostrado que la cultura nos hace ‘ricos’: Nos da ese plus de pueblo respetuoso con su pasado, donde asentar su base para poder afrontar un futuro con ciertas perspectivas. Un pasado que no se debe olvidar. Aunque sabemos que vivimos en un mundo muy tecnificado y globalizado, donde en poco tiempo podemos ser insuflados de otras costumbres venidas del más allá y ser asimiladas como propias en apenas cuatro tuits.
Pero como decíamos antes, un pueblo que mantiene su patrimonio, de cualquier tipo, es un pueblo que seguro pervivirá y será ejemplo tangible e intangible. Otros lugares del mundo viven en busca de su historia. Se inventan huellas, hechos y otros pasajes históricos, tradiciones, etc., para mantener cierto cache, esa credibilidad que da lo antiguo, lo verdadero, lo natural, lo de siempre. Y sin embargo, nosotros que lo tenemos, no lo apreciamos lo suficiente, no le damos la importancia que tiene y lo dejamos perder, lo olvidamos o incluso lo matamos directamente, con excusas de todo tipo.
Nuestra llamada a todos los que se hallan inmersos en esa circunstancia, particulares y administradores. Políticos y agentes sociales de todo tipo. 
El patrimonio es cultura. La cultura es patrimonio. Es nuestra vida anterior, nuestro presente y futuro y estamos obligados a cuidar, potenciar y mejorar, para nosotros y nuestros descendientes.

Juego de las birlas, en Loscos

RIQUEZA ECONÓMICA.
El Patrimonio, en general y hablando de las cuestiones colaterales; además de su faceta identitaria y social, es también una fuente de riqueza económica. La mayor parte del turismo de interior, es cultural. Hay muchos lugares que basan su turismo en pequeños yacimientos, iglesias con tallas o retablos, libros, parajes.  La gente quiere ver esas cosas que nos distinguen y nos caracterizan, como nuestros monumentos, nuestros museos, nuestras manifestaciones típicas, nuestros árboles y medio ambiente, y todo lo que lleva intrínseco nuestro Patrimonio Cultural. Hay que reclamar cada uno a quien corresponda, más control y más implicación en este aspecto, porque en ello puede ir que sigan visitándonos, que haya una minima fuente de riqueza, o por el contrario, se pierdan uno de los índices de ingresos más grandes que tenemos. Eso sin contar que además, perderemos parte de nuestras raíces culturales.


SOLUCIONES:
Soluciones o propuestas puede haber muchas y de muchos tipos. Pero desde nuestro punto de vista, el mejor (quiza ya el único) método de conservación de las costumbres es que alguien las herede, las mantenga, las cultive y vuelva a trasmitirlas. Para eso hace falta gente. Pueblos vivos. Personas que hacen que el territorio se humanice y un lugar habitable. Y para que los pueblos esten vivos, hay que invertir en servicios e infraestructuras básicas. ¡Que nadie se vaya de su lugar de origen porque le echan!


Todos a la capital

PLAN NACIONAL.
Hay un Plan Nacional que tiene como principales objetivos el establecimiento de conceptos, metodología, criterios y programación de actuaciones que permitan la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Para ello ha sido fundamental poner en valor, en todas las iniciativas y actuaciones encaminadas a la investigación, documentación, promoción, transmisión, formación y difusión de las manifestaciones inmateriales de la cultura el protagonismo de las comunidades, grupos e individuos, poseedores y titulares de las mismas. Precisamente, en 2009, se llevaron a cabo unas jornadas sobre estos asuntos en Teruel, de las que transcribimos algunas.
 
CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS SOBRE PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO INMATERIAL (TERUEL 2009)
Gran parte de lo que consideramos Patrimonio Inmaterial está vivo, es decir todavía es celebrado y vivido por diferentes personas y grupos, detentando gran relevancia en los procesos de construcción de la identidad colectiva. Se trata de manifestaciones sociales, dinámicas y procesuales y como tal responden a prácticas en continuo cambio, protagonizadas por diferentes individuos y grupos. Como consecuencia, la mayor dificultad para su salvaguarda es la imposibilidad de tratarlo de la misma manera que, desde el siglo XIX, se hace con los bienes materiales. Lo inmaterial no se puede proteger con disposiciones legales convencionales porque el efecto conservador genera consecuencias contrarias a las buscadas

La mayoría de las manifestaciones inmateriales de la cultura son sentidas por la sociedad que las vive como un elemento de identidad que se afianza a través del tiempo. Tal identidad se reafirma cuando es reconocida además por otros; por tanto, el conocimiento y difusión de esas manifestaciones forma parte del propio proceso de identidad. Ahora bien, se debe evitar que los dictados de fuera se impongan sobre los de dentro y que las manifestaciones locales de cultura, más que un valor en sí mismas, acaben convirtiéndose exclusivamente en un modo para llamar la atención, por ejemplo a través de su teatralización. Los sistemas de difusión, transmisión y promoción también deben ser evaluados y consensuados para que no interfieran en estos referentes culturales, que son precisamente el objeto de salvaguarda.

En 1999 Aragón publica la ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés que le da un tratamiento bastante detallado al Patrimonio Etnográfico, al que dedica, junto con el industrial, el título IV; para definir esos bienes, los divide en tres apartados: 
a) Los lugares, los inmuebles y las instalaciones utilizados consuetudinariamente en Aragón, cuyas características arquitectónicas sean representativas de las formas tradicionales. 
b) Los bienes muebles que constituyen una manifestación de las tradiciones culturales aragonesas o de actividades socioeconómicas tradicionales. 
c) Las actividades y conocimientos que constituyan formas relevantes y expresión de la cultura y modos de vida tradicionales y propios del pueblo aragonés. 

En este enlace, se encuentra todo lo relacionado oficalmente con el patrimonio cultural de Aragón. : http://www.patrimonioculturaldearagon.es/

 
TESOROS DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE ESPAÑA

Ver 45 candidaturas que aspiraban a convertirse en uno de los 10 Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.


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